EL ABOMINABLE DR PHIBES - Robert Fuest ( The abominable dr phibes - 1971 )

Un SENSACIONAL film de terror y para mí un clásico indiscutible tan lleno de magia como de absurdo.

Ya sabeis los que me seguís hace años con el blog que soy un tocacojones de primera: no me gustan los fallos en los guiones, las situaciones ilógicas o los agujeros en la trama.

Para mí un buen guión debe de ser SÓLIDO, TENER SENTIDO y COHERENCIA CONSIGO MISMO.

Es como las leyes de la física: todo lo que cae va hacia abajo, y lo que es empujado sale despedido en dirección contraria. Cuando veo videojuegos en que explota una granada y un soldado sale volando de una forma rara no me resulta creible. Y cuando un tipo te mata a 20 kilómetros con una pistolilla, pues me parece algo tan improbable como comprar un paquete de cereales Kellogs y encontrarte dentro un anillo de oro y esmeraldas valorado en 5.000 dólares. Y entonces disparas a una ventana y los cristales no se rompen. ¿? Y así hasta mil.

Con este rollo me refiero que cuando algo NO CALZA con la realidad, el ojo del espectador lo detecta en milésimas de segundo. Y cuando una película tiene defectos en el guión, en su lógica o en su edición o montaje, pues tres cuartos de lo mismo.

Pero este film es asombroso: se trata de un soberano disparate, sin mucho sentido, que rompe reglas cada tres por cuatro, y que en teoría debería de ser calificado como un desastre sin pies ni cabeza.

Pero el conjunto es tan HERMOSO, FASCINANTE y ENTRETENIDO que uno olvida leyes, reglas y lógicas y se deja llevar por la magia de esta película, viviendo una experiencia cuanto menos diferente.

Es como uno que no sabe hablar chino. Le ponen una canción cantada en chino, pero es tan guay, tan molona y tan pegadiza, que te gusta y no paras de bailarla, escucharla o tatarearla. No sabes que diablos dice la cantante, pero tampoco te quita el sueño el no saberlo. Simplemente disfrutas de los sonidos y ritmos.

Este film es igual. La clave para disfrutarlo es dejarse llevar, no buscar tres pies al gato o intentar convencerte de que muchas cosas no encajan o no tienen sentido. Eso frutraría la experiencia de ver el Doctor Phibes.

La historia va de una pareja que se quiere con locura (Vincent Price y Caroline Munro) y sufren un accidente de coche.

El tipo queda terriblemente desfigurado y su mujer queda al borde de la muerte y es conducida a un hospital, en donde es operada a vida o muerte. Pero la mujer fallece en la operación.

El organista y experto en música Phibes, se cura de sus terribles daños corporales, quedando desfigurado. Y entonces recupera el cuerpo de su mujer, que guarda protegido, embalsamado y eternamente hermosa.

El hombre venera a su difunta esposa, y ayudado por una hermosa joven, Vulnavia, decide hacer una terrible venganza sobre los doctores y enfermeras que participaron en la operación, para hacerlos morir de distintas e ingeniosas maneras.

Vulnavia es una ayudante muda, eficaz y fiel al 100%. En un primer tratamiento del guión se trataba de un robot, como los músicos robóticos que tocan en la guarida de Phibes, pero al contrario de estos, dotado con un aspecto humano increible.

Es un misterio de donde aparece o que es en realidad. Misterio que queda de alguna forma desvelado en la secuela de este film.

El Dr Phibes una especie de Jigsaw, con una mente criminal detrás de terribles juegos asesinos que matan a los que él cree culpable de la muerte de su esposa. Las muertes tienen ciertas referencias biblicas a las diez plagas que asolaron Egipto.

Pero en medio de toda esta venganza el Doctor Phibes hace gala de un terrible sentido del humor, disfruta como un enano, baila y la música no para de sonar. Todo ello en escenarios estilo Art deco.

La película es por tanto una mezcla a partes iguales de comedia, musical, cine de terror clásico, decorados rollo Art Deco y también parodia del cine de terror.

¿Rarísica la mezcla? ¡Es para verla!

El film es TERRIBLEMENTE ENTRETENIDO y tiene un algo que engancha mucho. Tiene belleza, calidad y un punto de locura tan demencial como chispeante.

Un GRAN CLÁSICO del cine de terror, que para que vamos a negarlo, tiene ciertas reminiscencias a otro gran clásico llamado El fantasma de la ópera.